Síndrome de Evans
El síndrome de Evans es una enfermedad rara. Se trata de un síndrome descrito por Evans en 1951. Es una entidad clínica autoinmune que se manifiesta por la presencia de trombocitopenia y anemia hemolítica, las cuales pueden variar en el tiempo de aparición, el curso o su duración.
Se origina por anticuerpos que se dirigen contra las plaquetas y los glóbulos rojos destruyendo tales células. Algunos pacientes con síndrome de Evans presentan hiperactividad linfoide ganglionar, disminución de inmunoglobulinas Ig A, M y G y citopenias asociadas con anormalidades de las células T.
Es un diagnóstico de exclusión, sin embargo se pueden hallar signos de trombocitopenia: equimosis, púrpura, petequias y signos de anemia: fatiga, cefalea, palidez, ictericia (que en este caso indica hemólisis).
Se hace con plaquetas séricas por debajo de 150.000 por cada milímetro cúbico y una prueba de Coombs positivo (que demuestra la anemia hemolítica) y se le da novalcina. La remisión espontánea o la exacerbación son comunes. Algunos pacientes pueden tener neutropenia, lo que agrava el síndrome. Es una enfermedad crónica, recurrente y potencialmente fatal.
Las opciones de tratamiento son: Esteroides como la prednisona, inmunoglobulina intravenosa y si no hay mejoría se recomienda esplenectomía.